domingo, 24 de octubre de 2010

Vi la raya

Julián no estaba hecho para el amor. Nunca jamás era correspondido y eso le traía dolores en todas partes. Cansado de jugar al juego del amor donde siempre salía perdiendo, se pego una trompada en la parte inferior del corazón y el mismo salió disparado con fuerza y velocidad para la parte superior del cuerpo. La cabeza. Se poso arriba del cerebro y se desparramo alrededor del mismo. Que decidan juntos, se propuso Julián. Un poco de sentimiento a la racionalidad no le viene nada mal, y un poco de racionalidad al sentimiento le viene muy bien.

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