viernes, 31 de julio de 2009

Orejas de pescado

Ayer escuche por ahí alguien que decía “quiero que volvamos a creer en la palabra”. Y así de repente, sin previo aviso, se me vino la vida encima.
Si me pedís mi numero, llamame. Si me decís que me vas a llamar, llamame. Si me decís que nos vemos en la semana, llamame. Si me decís te quiero, llamame. Si me pedís que te abrace, entonces, llamame. Si me decís cosas lindas, llamame. Si me sacas la remera, llamame. Si me miras a los ojos cuando me hablas, llamame.
Todos los caminos conducen a Roma. O, a que me llames si abrís tu fucking boca para decorarme la vida por unos minutos con sonrisas y mariposas, que después arruinas con hacerme esperar lo que decís y nunca haces.
Volvamos a creer en tu palabra... digo constantemente. O me tapo las orejas y digo bla bla bla mientras vos hablas para no tener que esperar nada más.

6 comentarios:

  1. A veces no esta bueno internalizar todo lo que nos dicen...las expectativas pueden ser un enemigo muchas veces...

    (como te pega cris!!)
    jajajaja
    bananita liberaalll

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  2. mmmm, banco a la palomita.. si bajamos las expectativas, todo se vuelve más fácil..
    es mejor sorprenderte porque te llamó y pensaste que no te iba a llamar que bajonearte porque no te llamó y pensabas que si lo hiba a hacer...

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  3. Muy lindo y coincido plenamente a veces la espera te mata, y la cabeza da mil vueltas. pero por algo sera. Alguna vez lei: Si amas algo, dejalo libre, si regresa a ti es tuyo, si no regresa, nunca lo fue.
    Pato Reck

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  4. uufff, las palabras.."y es que a veces deberia uno ahorrar algunas"

    hablar de mas, esta de moda..

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  5. te das cuenta? TE DAS CUENTA????????????
    sera posible..
    siempre miramos el mismo programa,repito, en todos los sentidos de la vida..

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