martes, 3 de noviembre de 2009

You got the power!

La expectativa; eso es lo que mata. Uno espera, por el solo hecho de esperar. La cabeza vuela más alto que un avión. O más alto que lo que vuele más alto. Más alto que un Gyps Rueppelli. Más alto que los globos de helio cuando se nos escapan de las manos. Pero a diferencia de todo lo que vuelta tan alto, la cabeza baja de golpe por la gravedad o por que si. Pero baja se choca contra el piso, toca fondo y tiene que volver a su lugar en el cuerpo: arriba del cuello. No será tan alto como el Himalaya o los rascacielos, pero lo que le cuesta llegar a acomodarse es exageradamente difícil. Porque lo que causa la expectativa derrotada es la creación de sentimientos que no son gratos de enfrentar. Uno espera de más. Y la espera no hace a la paciencia. La paciencia es otra cosa. La espera, entendiéndola como "poner fichas en algo", te la baja al subsuelo, se encuentra con submarinos o con la casa de los suricatas. Matemos a la expectativa. Vivamos lo que es y si lo que es no nos gusta, tenemos el volante cambiemos el rumbo.

2 comentarios:

  1. Sin duda lo que mata es la expectativa!.
    Tendria que existir una cajita, para meterlas adentro y que no molesten...
    O una isla para mandarlas a todas..a las expectativas y a los ex
    jajaja

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  2. Apoyo ambas teorías.
    UN BLINK Y A OTRO TEMA.

    (y seamos felices y comamos perdices. y que la gente no sea ambigua. y que pongamos las expectativas en el lugar correcto)

    Aunque ahora que pienso, si las expectativas carecieran de incertidumbre, dejarían de ser tales. Y no se si no están buenas la presión esa en el pecho y las cosquillas en la panza que te dan, entre otras cosas, las expectativas. Tienen sus pro y sus contras. Son así.

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